¿Azúcar en tu café?

El café de especialidad, también asociado al café 100% arábico tiene un perfil suave, dulce y complejo, notas frutales, florales y una acidez equilibrada, lo que nos permite a los tostadores de café obtener perfiles muy variados y llegar al nivel de complejidad que nos permita los diferentes varemos del café seleccionado como si de un gran vino se tratase.

La calidad del café de especialidad recae en seleccionar y procesar los granos de café para resalzar sus mejores cualidades. Así que te lo podemos decir más alto pero no más claro, sin el uso de azúcar podrás apreciar completamente su sabor, sin ser enmascarado. Además de que dejas de añadir calorías innecesarias a un producto de calidad. ¿Alguna vez pensaste en echar casera a un vino de 100€? Piénsalo.

En muchos países productores de café, como Etiopía y Colombia, es común disfrutar del café sin azúcar, para apreciar completamente su sabor y aroma, además de disfrutarlo a cualquier hora del día, pero en eso entraremos en otro artículo.

En cambio, café robusta tiene un sabor más fuerte y amargo, con notas de nuez y un cuerpo más pesado, sin acidez brillante. El café robusta tiene casi el doble de contenido de cafeína en comparación con el arábico, de ahí que los microtostadores como nosotros no trabajemos con robusta ya que son cafés más complejos en su elaboración que no brindan una calidad excepcional.

Añadir azúcar al café robusta es una práctica común en muchos lugares para equilibrar su intensidad y hacerlo más agradable, pero recuerda que no es nuestro caso. Aquí si se realza la necesidad de enmascarar estas características para hacerlo agradable en tu paladar. 

Por tanto, aunque el uso de azúcar se establece según las preferencias de cada persona, el tipo de café y saber apreciar la calidad del mismo son imprescindibles para poder prescindir cada vez más del uso del azúcar y disfrutar de tu taza cada día.